El obispo de San Francisco, monseñor Carlos José Tissera, valoró el espíritu de comunión que percibió en las visitas pastorales que realizó a lo largo de 4 años a las parroquias de la diócesis, pero sobre todo destacó como una de las vivencias “más gozosas” el encuentro con los niños.
“Los chicos me contagiaban su alegría. Se sentían amados por Jesús ¡Qué sencillez y que fe tan bella! En la Navidad me vienen a la memoria esos rostros, esos recuerdos”, indicó en su mensaje de Navidad.
El prelado explicó que “hacerse hombre significa hacerse niño. Desde Adán y Eva no hay excepción. El camino que lleva a ser hombre pasa por el niño. Éste es precisamente el camino de Dios: el Hijo de Dios se ha hecho hombre, haciéndose niño”.
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