Asumió ayer como párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Valle (La Cripta), el sacerdote Padre Pedro Torres, en medio de una inédita stuación vivida, cuando un grupo de 30 laicos irrumpió en repudio a su nombramiento, en una misa presidida por el Obispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñañez.
Este grupo se autodenomina Sin Tapujos, que es el nombre de la polémica autobiografía del padre Mariani, en el que el sacerdote critica y cuestiona cuestiones vinculadas a la doctrina de la Iglesia Católica. Quieren una Iglesia democrática, que apoye el aborto, el casamiento entre personas del mismo sexo y el fin del celibato entre otras cuestiones.
Monseñor Ñáñez tras escuchar las críticas del grupo, siguió con la celebración y puso en funciones al padre Torres, que fue bautizado en esta iglesia.
El día después, Pedro Torres, habló con nuestro blog y aclaró que el siempre quiere escucharlos, acompañarlos, entendiendo que todo cambio cuesta y que hay que mirar para adelante.
-¿Qué piensa de esto Padre?
-La verdad, se que no fue algó espontaneo. Sabía que había un mail donde se convocaba a realizar ese gesto de repudio. Venían preparados a expresar este rechazo. Pero ciertamente en estos meses hubo mucha gente que se acerco a la parroquia donde yo estaba, y ayer muchos estaban en esa misma actitud. La idea es mirar para adelante y construir con todos, inclusive los que me reciben con dolor.
-Este grupo dice que a la iglesia le falta diálogo...
-Siempre se puede dialogar más, lo que falta es un poco la comprensión, no es cuestión de plantear que se tiene que hacer lo que ellos digan, sino intercambiar y encontrar consensos. El evangelio no es ideología sino encuentro con un Jesús que nos propone la comunión y fidelidad a la unidad de la iglesia, respetando la identidad local de cada parroquia. Es más lo que nos une de lo que nos divide.
Foto: Padre Torres (medio)
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