MEDICOS SIN FRONTERAS

lunes, 27 de junio de 2011

Celebración de Corpus Christi en Córdoba


El domingo 26 de junio, fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió la misa de la solemnidad y, en su homilía, aseguró que la Eucaristía es “un modo privilegiado de cumplir la promesa que Él nos hiciera de acompañarnos siempre hasta el fin del mundo”.
“Jesús precisa que la carne y la sangre serán la del Hijo del Hombre, es decir, la del Mesías glorificado. Se tratará de un modo nuevo y maravilloso de estar presente y ofrecerse como alimento bajo las apariencias del pan y del vino. No deja, sin embargo, de subrayar: "mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida", precisó el prelado.
El pastor cordobés aseguró que “la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo es así también la fiesta de la Iglesia de Cristo, pueblo reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y alimentado con aquel maná maravilloso que lo hace ser un solo cuerpo”.
Monseñor Ñáñez hizo énfasis en que “la Iglesia de Cristo acontece en cada una de las Iglesias locales dispersas por todo el mundo, en comunión mutua y particularmente con el centro de comunión que es la Iglesia de Roma que preside el sucesor del apóstol Pedro, el papa Benedicto XVI, que en estos días cumplirá sus bodas de diamante como sacerdote y por cuyas intenciones oramos de modo particular”.
En esta ocasión, la arquidiócesis también conmemoró los 25 años de la celebración del X Sínodo Arquidiocesano convocado y presidido por el Cardenal Raúl Francisco Primatesta y que culminó felizmente el 29 de junio de 1986.

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